El Ministerio de Educación ha dado un importante paso hacia una educación más inclusiva y respetuosa con la promulgación de la Ley N° 21.545, la cual establece medidas concretas para asegurar el acceso, participación, permanencia y progreso de niños, niñas, adolescentes y personas adultas dentro del Espectro Autista (TEA) en todo el sistema educativo chileno.
Esta ley busca garantizar una educación de calidad e inclusiva, basada en el respeto, la dignidad y la equidad de oportunidades, eliminando toda forma de discriminación. Para ello, las instituciones educativas, desde el nivel parvulario hasta la educación superior, deben ajustar sus respuestas pedagógicas a las necesidades de cada estudiante autista, asegurando un acompañamiento efectivo durante toda su trayectoria.
Entre los principios fundamentales de la ley se destacan:
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Trato digno y respetuoso en todo momento.
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Seguimiento continuo.
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Participación activa de las familias.
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Perspectiva de género.
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Intersectorialidad entre educación, salud y desarrollo social.
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Reconocimiento de la neurodiversidad.
Además, se reconoce el derecho de los estudiantes autistas a:
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Matricularse y permanecer en una institución educativa sin discriminación.
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Recibir una respuesta flexible para facilitar su aprendizaje.
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Contar con apoyos como pictogramas y herramientas digitales para una comunicación efectiva.
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Expresar sus opiniones y que estas sean consideradas en las decisiones educativas.
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Participar en ambientes libres de violencia y discriminación.
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Recibir acompañamiento emocional, social y pedagógico por parte de la comunidad educativa.
La Ley N° 21.545 reafirma el compromiso del Estado con una educación centrada en la equidad, la inclusión y el respeto por las diferencias, promoviendo el bienestar y desarrollo integral de todos los estudiantes, en especial de aquellos dentro del Espectro Autista.