La actividad que estuvo coordinada por la Prevencionista de Riegos y donde se midió el tiempo de reacción que tienen los estudiantes frente algún siniestro.
Este tipo de evento son de vital importancia, para saber cuáles son las zonas seguras que tiene el establecimiento y también conocer la vía de evacuación en caso de tener que escapar del recinto.
Las simulaciones y simulacros de emergencia constituyen una herramienta muy efectiva que sirve para que las comunidades educativas conozcan las amenazas a las que están expuestos y puedan prevenir los riesgos, detectar deficiencias, asumir roles y funciones y proponer medidas correctivas que les permitan resguardar sus vidas.
La realización de estos ejercicios permite poner en práctica y mantener actualizado el plan de emergencia que cada establecimiento educativo debe tener, como así mismo comprobar la eficacia de este plan en su conjunto he ir midiendo el tiempo de reacción que tienen los niños, niñas y adolescentes.
Por otra parte, los simulacros de emergencia son ejercicios prácticos que implican la participación de diversos actores, en este caso fueron los estudiantes, docentes y asistentes de la educación, los que realizaron este ejercicio, teniendo cada uno de ellos un rol y función específica.
En este caso la Ingeniera en Prevención de Riesgos, Daniela Arias, quién es la responsable de velar por la seguridad en este establecimiento, dijo que “el tiempo de reacción fue de 3 minutos con 20 segundos, tiempo que debemos mejorar en el Instituto Andrés Bello, ya que siempre se puede hacer en un menor tiempo, para eso debemos coordinar mejor y seguir realizando actividades de este tipo las que nos ayudan a estar alerta y poder salvar una vida en caso de emergencia”, precisó la profesional.